martes, 28 de julio de 2009

El Valor Positivo del "No"


Al parecer alguien en nuestra infancia omitió premeditadamente enseñarnos a decir que no, creo que en especial a las mujeres, las cuales creo que hemos sido educadas para agradar a los demás, ser buenas, saber quedar bien… y, al parecer, algunas nos lo hemos creído... por eso estamos tan dispuestas a sacrificar nuestro tiempo para atender las necesidades ajenas.

A lo largo de los siglos la palabra “No” se ha estimado o se ha visto socialmente hablando, incorrecta y con connotación negativa, pesimista, mala educación, “aguafiestas”, porque alguien agradable siempre tiene que agradar a los demás y ser siempre “buena” y “aguantar el tipo”….pero… ¿es cierto, es conveniencia, es manipulación?

Me explico con un ejemplo simple; cuando a alguien le preguntan ¿quieres ir al cine? (con la intencionalidad de quien pregunta quiere que le contesten que sí) y la persona responde: “No”…la cara de la persona que recibe la respuesta cambia… puede ser decepción, puede ser enojo, puede ser molestia, puede quedarse sin expresión… la emocionalidad cambia. La persona puede insistir e incluso chantajear emocionalmente a la otra persona para que acceda.

El “No” molesta.

¿Por qué? Porque no está sucediendo lo que queremos que suceda, no estamos escuchando lo que queremos oír, la persona no responde como queremos que lo haga y nuestras expectativas se truncaron puesto que nosotros ya habíamos decidido que íbamos a ir al cine, le hicimos nuestra propuesta a otra persona con la intención de que nos acompañase y así lo habíamos resuelto en nuestra cabeza.

Creo que las personas no somos egoístas por naturaleza sino que somos un tanto malcriados/as y queremos que la vida fluya como queremos y cuando no es así nos enfadamos, nos molestamos, nos frustramos incluso, porque generamos nuestras propias expectativas y esperamos que los demás las acepten y las cosas sucedan como queremos que pasen. Como un niño pequeño que si no le dan el dulce que quiere, patalea.

El decir "No", genera incluso incomodidades, genera malestar, pero para quien lo escucha y por no afrontar la reacción de otra persona llegamos a acceder a hacer cosas que No queremos hacer o No me apetece y con esto no me refiero a “ceder” (una vez por ti y otra por mí en temas transcendentales, como cuando salimos la pareja y cedemos en el tipo de vino que a él le apetece tomar o la película que hoy vamos a ver), sino en cosas importantes para nosotros y que tienen un impacto mas allá de ir al cine a ver una película o no.

¿Por qué nos cuesta decir que no? Son varias las razones: la búsqueda de aprobación, la preocupación por ayudar a los demás a la espera de que éstos hagan lo propio con nosotras en el futuro, la evitación de las situaciones de confrontación

El decir "No", tiene consecuencias.

Hace pocos meses descubrí la libertad absoluta de decir “No”. Me sentí liberada, me sentí a gusto conmigo misma y me di cuenta de las veces que me había traicionado a mí misma por no haber dicho “No” a tiempo y los problemas que me había acarreado no hacerlo: problemas personales, problemas con amistades, problemas laborales, problemas familiares… persona a las que les debía haber parado los pies, personas a las que incluso parecía que les estaba rindiendo pleitesía por no haberles dicho “No”… mi imagen frente a ellos esa una cadena que me ahogaba y lo peor de todo es que yo sola la seguía apretando mas hasta que me di cuenta que si yo No me valoraba a mí misma nadie lo haría y debía preocuparme primero de que mi imagen fuese congruente conmigo, con mis emociones, con mis sentimientos, con mis metas, después vendrían los demás y No debía importarme la opinión de todo el mundo, sino de quien realmente merece la pena para mí.

Hay personas que utilizan la manipulación para conseguir lo que quieren con expresiones… “Seguro que no te importa…” Si te quieren forzar a algo, no lo permitas, dí claramente: “No”, ten el valor de decir a la persona que no de por hecho que vas a hacerlo, que se sienta libre de pedirlo pero que te de la libertad a ti de decidirlo.

Otro tipo de manipulación es la respuesta victimista a un “No”, emplean la técnica de hacerse las víctimas para dar pena y conseguir su propósito, para mí es el mas lamentable… creo que es señal que así se manejan en su vida hasta ahora, al menos, y lo utilizan para querer hacer sentir pena por ellos de manera consciente o peor aún, buscan a terceros para que hablen por ellos…

La declaración del “No” tiene que ver con nuestra capacidad de poner límites, define el respeto que nos tenemos a nosotros mismos y el que vamos a exigir que los demás tengan por nosotros; creo que es la declaración que mas compromete nuestra dignidad como personas.

Rafael Echeverría escribe en su libro “Ontología del Lenguaje”,
“Cada vez que consideremos que debemos decir que NO y no lo digamos, veremos nuestra dignidad comprometida. Cada vez que digamos No y ello sea pasado por alto, consideraremos que no fuimos respetados.”

¿Alguna vez os parasteis a pensar los logros de muchas personas por haber dicho "No"? No a las viejas ideas, No a la forma de pensar generalizada de la sociedad o No a que la tierra es plana... Muchos de ellos pagaron con sus vidas, o por lo menos con críticas significativas que les costaron separarse de los demás. Y quizás sea este el motivo de nuestro reconocimiento y admiración: ejercer el derecho de decir "NO" cuando quieren decir que "NO".

Puedes decir “No”.

Algunas personas creen que “si digo que No… soy un mal educado, que los sentimientos de los demás van a cambiar, soy un egoísta, dejará de quererme…” Creo que si la persona nos respeta no será así, no tiene porqué gustarle, no tiene porque coincidir con nosotros, pero no intentará una y otra vez o hacernos cambiar de opinión o hacernos chantaje emocional para que hagamos o digamos lo que él o ella quiere.

Creo que debemos diferenciar el derecho de decir No de la falta de respeto a otras personas. Cuando decimos cuando queremos decir No, violamos nuestros propios derechos al no ser capaz de expresar opiniones, pensamientos, sentimientos y de ese modo permitimos a los demás quebrantarlos o los acabemos expresando con disculpas y con falta de confianza.

Cuando decimos “No”, pienso que el mensaje que les estamos enviando es
“esto es lo que yo pienso; esto es lo que yo siento; así es como veo la situación”.

Al decir “No”, es normal que sintamos ansiedad, nerviosismo, incomodidad pero creo que debemos valorar las consecuencias positivas a largo plazo.

En ocasiones, yo he pagado muy caro el no haber dicho “No” o no haberlo dicho a tiempo, y también he tenido consecuencias por haberlo dicho, puede ser: “No”, “hasta aquí”, “No más”, “No quiero”, “No me gusta, “No voy”, “No estoy de acuerdo”, “No pienso como tú”, “No te doy la razón”… etc.

Leí en un escrito en la página de Ricardo Ros que me gustó: "Cuando alguien te pida algo que no puedas dar, mírale a los ojos, sonríele y dile que No, dejándole muy claro que le aprecias, que le valoras, que le quieres. Tan normal es pedir como decir que No. Cuando sabes qué quieres y cuándo lo quieres, es mucho más fácil decir que No a cosas que no puedes dar o a cosas que te apartan de tus valores o de tus metas."

Decir “No”, a veces no es fácil, pero merece la pena, aprender a decir “No”.

Tienes derecho a decir “No” y a no sentirte culpable por ello, decir no es respetarte a ti mismo/a, alimenta el arte de ser nosotros mismos.

Lau

2 comentarios:

Clau Verde dijo...

Fiera te digo q eres una maestraaa con todo esto !!!! He aprendido en estos años q las cosas llegan a ti por algo y cuando deben de, lo q acabo de leer esta llegando en el momento q mas lo necesito y sabes? no me arrepiento de haber dicho NO. es una palabra tan fácil pero q a veces no podemos con sus consecuencias...mas q cuando estamos seguros de emplearlas y enfrentear lo q venga....gracias x tus palabras..!!! besos

Isa dijo...

Al leer el título y la primera línea, me venía a la cabeza una idea que escuché hace días en un curso apasionante que estoy haciendo (llamado Hacer Historia) que decía... "Desde que nacemos tenemos una mayor probabilidad a escuchar NO que SI: Niño, NO toques eso, NO digas eso, eso NO se come...".
Según he seguido leyendo todo el planteamiento que haces, lo comparto plenamente: no estamos educados en entornos en que esté bien recibido decir NO.
Muy buena reflexión!!