martes, 15 de marzo de 2011

Realidad interpretativa

Hablando con las personas sobre nuestra actualidad, muchas veces me encuentro con la afirmación de “el mundo está loco”… unos lo ven de una manera y otros de otra, pero mi percepción es que “algo está pasando” con nuestra concepción de la realidad que nos rodea y creo que hay personas que se ponen a analizar esa realidad, otras toman como escusa la frase de “el mundo está loco” para aceptarlo, otras ni siquiera se lo plantean y otras pasan del análisis a la acción.


La acción no implica “arreglar el mundo exterior”, la acción implica arreglar “tu propio mundo, tu propia realidad” la cual empieza por ti mismo.

Partiendo de la base, como ya he citado en otras entradas de este blog, la realidad es relativa, es decir, nosotros no vemos la realidad tal cual es, la interpretamos a través de nosotros, somos Observadores de nuestro entorno.


Ontológicamente hablando, El observador, es decir nosotros, no sabemos cómo son las cosas, solo sabemos cómo las observamos o interpretamos, vivimos en mundos interpretativos. Cuando vemos algo o a alguien, observamos, sacamos conclusiones y afirmamos como son las cosas acorde a como somos nosotros, no en vano se dice… “el León se cree que son todos de su condición”. Biológicamente incluso tenemos diferencias. Un daltónico no ve el mundo del mismo color que nosotros, un esquimal ve 30 tipos de blanco diferente, no por ser especial y a él le tocó ver 30 tipos de blanco y a mí 4, sino porque su entorno es diferente y para él es un medio de supervivencia… si pisase en falso, podría caer en el hielo y morir congelado…

La Realidad es relativa, es una foto que toma nuestra percepción y que se interpreta acorde a nuestros filtros personales, culturales, sociales, educativos, religiosos, biológico, emocionales… Las cosas no cambian, son como son, nosotros somos quienes las describimos, enjuiciamos y las interpretamos a través de nuestros filtros, una misma situación puede ser interpretada y contada de manera diferente acorde nosotros la vivamos o estemos relacionados con ella, con mayor o menor empatía.

El Talmud, dice, “No vemos las cosas como son, sino que vemos las cosas como somos”

DIAGRAMA DE KENIA
Un grupo de antropólogos, enseñó este dibujo (Diagrama de Kenia), a varias personas en diferentes partes del mundo. Las personas que pertenecían a lo que llaman el mundo occidental, dijeron que veían a dos personas mirando por una ventana. Cuando se lo enseñaron a personas del continente africano, dijeron que las 3 líneas (la vertical y las 2 diagonales) representaban una palmera, las 2 personas eran madre e hijo y que la madre levaba un canasto de ropa en la cabeza, ya que regresaban de lavarla en el río, y que se estaban refugiando del sol bajo esa palmera.


Este tipo de figuras se les llama “Multi-estables”, ya que permiten varias interpretaciones y todas igual de válidas. Cada uno lo interpretará acorde a sus supuestos, a sus filtros personales, ya que para esa persona, será lo “razonable”.
Ahora extrapolémoslo a cualquier cosa que veamos o escuchemos… todo es interpretable. Miremos la foto siguiente.... Las 3 chicas miden lo mismo...aunque parezca que tienen tamaños diferentes.


Baduino, El sabio, decía: “Si lo que ves se ajusta a medida, con la realidad que a ti más te conviene…. ¡DESCONFÍA DE TUS OJOS!

Nuestra capacidad de ver es relativa, incluso hay estándares para definir que es correcto o no, que es mucho o poco, que está bien o mal, que es aceptable y que no…pero incluso esas normas han sido definidas por alguien, y aceptadas por otros, y en cualquier momento puede cambiar… sino que se lo pregunten a Galileo Galilei… Como dice Humberto Maturana, "el lenguaje no es inocente, todo lo dicho es dicho por alguien"


La Objetividad, explica una realidad independiente y que valida lo que decimos, por ejemplo, Si decimos esto “es una mesa”... Es objetivo, describe un objeto, el cual todos aceptamos que se llama mesa. Si decimos esta mesa es grande… incluimos nuestra interpretación acorde a nuestros estándares… puede que para alguien una mesa de redonda para 10 personas sea grande, para otras sea mediana y para otras pequeña, ya que en su casa tiene una mesa redonda para 20 personas.


Wikipedia define la objetividad en sentido ontológico como aquello que es propio de un objeto o, con mayor generalidad, aquello que constituye un objeto. Es decir, lo que está diciendo se fundamenta externamente: “Esto es una mesa”, lo que le da validez a mi afirmación no depende de mí, sino de una premisas externas. No incluye apelativos, ya que estos son personales. Hay personas que les encantada acaba sus frases con “aludiendo a la objetividad”. Soy objetivo, esta persona es un desastre… no hay más que ver como viste…Objetivamente puedo decir que este puesto es ideal…. Es obvio, quien no piensa así…Pues bien, ¡¡¡error!!! ¿Quién te hace conocedor de la “verdad”? La verdad no existe, es relativa, es mi verdad, es tu verdad, es su verdad… Si somos conscientes de esto, seremos más humildes, y mantendremos el ego a raya. La objetividad está basada en una realidad independiente a nosotros y se valida independientemente de nosotros. La subjetividad depende de nosotros, ya que los fundamentos que damos parten de nosotros, son nuestro entendimiento, nuestras premisas, de lo que es válido e inválido para nosotros, y no significa que otras personas estén de acuerdo con ello. El pensar que ven las cosas como nosotros y sus premisas deben ser iguales, significa que el ego habla a través de ellos.


Maturana pone este ejemplo…. “Si yo digo…Por favor, Sras. y Sres.… sean realistas”… lo que estoy diciendo, es que hagan o piensen como yo quiero, les estoy diciendo Sras. y Sres soy “objetivo” hagan lo que yo quiero.


La Certeza es un mecanismo de defensa de los modelos mentales, La obviedad es la mejor defensa del Ego y del ciego, cree que todo el mundo piensa como él y ven lo mismo que él. El Ego es nuestro peor enemigo, nos hace creer que somos inmutables, nos volvemos egoístas, vanidosos, creemos que todo gira a nuestro alrededor, solo vemos nuestro ombligo, el ego, sale a “defendernos” o eso creemos, pero nos vuelve arrogantes, imparciales y solo quiere escuchar lo que le gusta, nos hace volvernos “víctimas”, yo no tengo responsabilidad de nada, el “mundo” tiene la culpa. Y Volvemos a la terminología de la “víctima”…


Al “Ego” solo le importa como las personas le perciben, que imagen proyecta, así que se lanza a participar en una carrera de apariencias, etiquetas, un combate a muerte donde es más importante el parecer que el ser. Señores, si queremos avanzar a un mundo más humano, tenemos que mantener el ego a raya. El ego no significa sentirse reprimido ni reconocer nuestros propios logros, el ego hace aparición cuando creemos que estamos por encima de todo, nos volvemos déspotas y arrogantes, somos los poseedores absolutos del bien y de lo válido, donde no existe otra “verdad” que la nuestra… aunque no lo digamos y donde castigamos a los que no piensan o actúan como nosotros esperamos o queremos… para mi es manipulación, para otros no lo sé. El mejor argumento es el deberías o el tendrías que… osea, es decir… si no haces lo que yo te digo o no piensas como yo, me enfado y te castigo… el castigo es emocional, es el ego a través del enojo donde en realidad plasman el enojo consigo mismo, pero… ¿cómo voy a enojarme conmigo? Eso significa que algo he hecho mal, pero si yo no me equivoco, por lo tanto son los demás quienes se equivocan… los demás son los culpables… Reactivo, si siquiera proactivo, menos aún creativo: Ego, Ego y más Ego… no deja espacio para la humildad ni para el aprendizaje… Responsabilidad y Respuesta creativa. ..pero de esto ya hablaré en otra ocasión.


John Ruskin dijo: “Estoy convencido que la primera prueba de un gran hombre consiste en la humildad” y me gustaría añadir la de Agatha Christie “Cuando no hay humildad, las personas se degradan”

Así que amigos/as, ¡¡Mantengamos el Ego a raya!!

Lau

miércoles, 9 de marzo de 2011

Responsabilidad es la habilidad para responder

Hay momentos en nuestra vida en los tenemos que tomar una decisión, aunque preferiría usar la palabra, elegir tomar una decisión. Nos “encontramos” unos eventos durante nuestra vida, que necesitamos resolver, nos guste o no, por lo que elegimos actuar o reaccionar o simplemente no hacer nada, pero al fin y al cabo elegimos nosotros cómo comportarnos.
A veces es más fácil echarle la culpa al mundo, pensar que lo que sucede, no tiene que ver con nosotros, es el mundo o los demás quienes nos “arrastran” a esa situación cuando somos nosotros los que decidimos estar ahí, huir, aceptar o actuar. El dramatismo y el victimismo es nuestra mejor arma para poder justificar lo que no nos gusta o el que no hayan salido las cosas como queremos que salgan, en definitiva cree que nada va con él y se lamenta de su mala suerte: la responsabilidad es de otros.

Responsabilidad no es sinónimo de obligación, responsabilidad significa tener la habilidad para responder de manera eficiente, habilidad para tener respuesta. Esa responsabilidad puede ser reactiva, proactiva o creativa.
Una responsabilidad reactiva es una respuesta de emergencia frente a un hecho, una responsabilidad proactiva va enfocada a prevenir hechos desfavorables y se enfoca en un proceso y una responsabilidad creativa, busca transformar algo de manera global, y ese global somos nosotros.

Heráclito citó ya siglos atrás que
“El Contenido de tu carácter es tu elección. Día a día, lo que eliges, lo que piensas y lo que haces es en quien te conviertes. Tu integridad es tu destino…es la luz que guía tu camino.”

Yo he pensado muy sobre esto en los últimos meses. No hablaré de ningún precepto religioso, pero la palabra Alma, puede llevar a confusión. El Alma, como cita Rafael Echeverría, es nuestra particular forma de ser, la cual como los Sofistas que coincidían con Heráclito decían que el Ser, no era estático ni inmóvil, al contrario del pensamiento socrático de los metafísicos. ¿Qué quiere decir? Que tenemos la capacidad de reinventarnos a nosotros mismos, de ir mutando, creciendo y desarrollándonos.

El Ser humano cuenta con 3 dominios primarios:
1.- El Cuerpo: Físico – Biológico.
2.- El Lenguaje: Nos permite comunicarnos, expresarnos y más aún, habla de nosotros mismos, de cómo somos, pensamos, nuestra mente, conocimientos y como vemos el mundo. Vivimos en mundos interpretativos, nosotros somos quienes sacamos conclusiones de lo que observamos y actuamos o decidimos acorde a lo que creemos, ya que la “realidad” es relativa, depende desde donde veas las cosas, sacarás conclusiones diferentes.
3.- La Emocionalidad: Referente a nuestro “Estado de ánimo”, forma parte del carácter de la persona y podemos cambiarlo. Las Emociones colorear nuestro mundo, son pasajeras, y son inevitables. Por ejemplo, no puedo evitar enojarme, pero puede decidir seguir enojado, aunque de esto hablaré otro día.

El cuerpo nos dispone a la acción, a quién observamos. La Emocionalidad nos impulsa a actuar, a comportarnos o a interpretar el mundo de diferentes colores (positivo o negativo) y el lenguaje crea realidades, hace que las cosas sucedan. Para que algo suceda tengo que decirlo (a mí misma o a los demás).

¿Cómo lo conseguimos reinventarnos? Empezando por adquirir conocimiento el cual no significa información, sino la capacidad para actuar o tomar decisiones de manera efectiva para conseguir los resultados esperados. El aprendizaje es el proceso de incorporación de un nuevo conocimiento. Reinventarse no es fácil, primero tenemos que ser conscientes y estar de acuerdo con nosotros mismos, que queremos crecer, mudar, desechar o mantener aquello que forma parte de nuestra manera particular de ver el mundo, en definitiva en nosotros. Muchas veces no es fácil darse cuenta cuando algo funciona o no, hasta que lo tenemos encima, entonces reaccionamos, pero si empezamos un camino de introspección personal, podemos ver más allá.

Para mirar hacia afuera, primero debo mirar hacia adentro.

Mirar hacia dentro es difícil y no todos estamos preparados para descubrir lo que hay… descubrir quienes somos… así que emprendemos un proceso personal interior en el cual nos podemos quedar y salirnos rápido… no es fácil aceptar lo que vemos a veces, así que es más fácil correr, no indagar y poner un bello mantelito delante para no verlo… pero sigue ahí…

¿Víctima o Protagonista?

La víctima siempre busca escusas, busca a quien echarle la culpa, el mundo me hizo esto y cuando digo el mundo, va desde una sola a persona a toda la humanidad… Se enoja, arrebate contra todo en vez de pensar, que he hecho yo y que decisiones he tomado para llegar a donde estoy o en esta situación. La víctima cree que la causa de su infelicidad está fuera de ella. Cuando lo entendí lo primero que me vino a la mente fue mi matrimonio anterior: Era insostenible, no había forma de solucionar nada, ambos íbamos por diferentes caminos, pero más centrándome en mí, yo no tomé ninguna decisión para terminarlo cuando debía, así que me causó más sufrimiento del debido y yo lo provoqué. Si hubiese tomado la decisión de terminarlo antes, no se hubiesen desencadenado los eventos posteriores. Es más fácil cerrar los ojos o creer lo que queremos creer porque es “menos” doloroso… aunque no es cierto, todo se va acumulando… Así funciona nuestra mente, nuestro propio periódico personal… Vemos un hecho, lo interpretamos y reescribimos la historia acorde mejor nos acomode y nos duela menos… la mente se protege y nos protege del sufrimiento, pero eso no significa que es lo que pasó en realidad al 100%.

El Protagonista asume responsabilidades, revisa, no se cree todo lo que ve y no solo es proactivo, sino creativo, y creativo relacionado consigo mismo, busca reinventarse a sí mismo, no la historia. Sabe que la vida depende de las decisiones y acciones que hagamos, no la vida nos pone delante las cosas y nosotros decidimos… el destino es el que nosotros forjamos, no está escrito y lo mejor de todo… es que podemos amoldarlo a como queramos, porque no ha sucedido, así que tenemos la oportunidad de inventar lo que queremos y hacer que suceda, solo tenemos que ponernos manos a la obra, y no siempre funciona a la primera… El protagonista no es el que no comete errores, sino el que aprende de ellos, el víctima es el que cree que nunca se equivoca y que las circunstancias fueron las culpables de lo que está viviendo.

Para poder aprender no puedo poner mi energía en 2 espacios al mismo tiempo: No puedo quejarme y victimizarme y crear mi vida y ser protagonista al mismo tiempo. Elegir
El Ego es el mayor enemigo que tenemos, es el que te dice que seas siempre perfecto y cuando las cosas no salen como quieres se defiende… El ego siempre busca escusas, siempre defiende “su territorio”, pero el Ego es el Ego y yo soy yo… no puedo evitar que salga pero puedo decidir hacerle caso o no.
El Ego es nuestro mayor enemigo, oye (no escucha) lo que quiere oír, descansa en el remanso del mundo… busca explicación para todo y por supuesto, no tiene nada que ver con nosotros. Nos hace creer que todo gira en torno a nosotros, que el mundo gira y gira y todo sucede, pasa y resulta acorde a como el Ego lo ve.

Miguel Ruiz en su libro los 4 acuerdos… nombra como segundo acuerdo: No te tomes nada personalmente. ¿Qué significa?
“Te lo tomas personalmente porque estás de acuerdo con cualquier cosa que se diga… La importancia personal, o el tomarse las cosas personalmente, es la expresión máxima del egoísmo, porque consideramos que todo gira a nuestro alrededor”

Lo que hacen los demás no es tu responsabilidad, lo que haces tú, si es tu responsabilidad. Incluso cuando parece muy personal, no puedes responsabilizarte por ello, pero sí por lo que tú decides.

El mundo (situaciones, personas, actitudes…) te da una información que nosotros interpretamos y nosotros decidimos que hacer con ella. Si creemos que todo lo que sucede a nuestro alrededor es por y para nosotros, nunca nos deslindaremos del ego, del enojo.

¿Cómo solucionar las interpretaciones? Conversando y eso implica, indagar, escuchar, no dejar abierto a la interpretación y asegurarse de que lo que estoy diciendo, es lo mismo que están escuchando. Como dice Humberto Maturana
Yo digo lo que digo y tú escuchas lo que escuchas.

Por falta de indagación y por ego, he tenido conversaciones inconclusas que luego han generado malos entendidos, la emocionalidad hizo aparición. Bien sea ego, bien sea enojo, bien sea agotamiento, bien sea lo que sea, el hecho es que elegí no abrir esas conversaciones generadas por “el cuento que te cuentas”.

Cuando me cuento un cuento, implica que me cuento una historia, interpreto la realidad, saco conclusiones y entonces actúo como creo que debo actuar… pero me olvido de lo más importante… ¿Qué tanto es real? Las relaciones humanas son complicadas porque nos las hacemos complicadas y yo me he complicado mucho a mi misma a lo largo de los años por interpretar y creer lo que veo, lo que escucho o lo percibo… Dejar abiertas las puertas a la interpretación no es correcto, genera más problemas para mí o para los demás y quiero hacerme responsable de mis decisiones. El pasado, pasado está, no lo puedo cambiar y angustiarse por el pasado no es para mí algo que me lleve a cambiarlo, pero sí puedo cambiar mi futuro por lo que retomando la responsabilidad creativa, busco cambiar el observador que soy para poder tener más posibilidades de acción que sean efectivas, adquirir conocimiento para crecer en mi interior, si no crezco dentro no puedo crecer por fuera.

Hoy es un día nuevo para mí, y como tal son todos los días, el aprendizaje es un camino de transformación lenta, y espero ir transformándome en el camino hacia una mejor persona, más sabia, porque adquiero nuevos conocimientos, más congruente porque actúo como pienso (aunque no todos estén de acuerdo con esas decisiones o acciones), más humilde y hablar desde el amor y la comprensión y no tomarme las cosas personal, porque cuando los demás actúan, lo hacen a través de ellos, actúan acorde a la situación no contra ni a favor de la persona involucrada y sobre todo indagar más antes de contarme un cuento que puede que no tenga nada que ver con lo que realmente está pasando.

Mirar hacia adentro para poder mirar hacia afuera

Lau