A veces, cuando se sufre una ruptura amorosa, solo vemos lo negativo, nos sentimos víctimas y solo pensamos en cómo hemos perdido el tiempo con alguien durante ese periodo, un tiempo que no vuelve... ufff cómo pesa... pero pocas veces le damos la vuelta a la tortilla y pensamos en agradecernos por haberlo intentado...
Alguna vez escuché que si con 40 - 50 años, nos abruma el pensamiento de haber perdido el tiempo y nos gustaría volver a tener 20 años para sentir que nos queda más tiempo por recorrer y que no lo hemos "desperdiciado"... pensemos que tenemos 90 años y que hemos vuelto a nuestros 40´s - 50´s, para hacer lo que no hicimos, aprovechar mejor el tiempo, que aún nos quedan otros tantos para hacer y vivir lo que realmente queremos, volver a arriesgarnos y volver a sentir, porque ¿qué es la vida?... todos buscamos sentirnos fantásticos con las experiencias que vivimos, con una pareja, con los amigos, con la familia, con el trabajo, con los proyectos, con los viajes... pero sino sentimos la vida, valga la redundancia, no tiene sentido, al final solo pasaríamos de largo por ella, completamente siendo personas grises...
Dicen que el miedo es un deseo al revés... porque harías todo por conseguir algo (deseo) pero también haríamos todo por evitar que suceda lo que no queremos que pase (miedo)... apego... pues tú decides que quieres en tu vida, vivir en el miedo o vivir en el deseo, arriesgarse y probar ¿y si, sí sale?... vivir en el gozo y deseo sino next time...
Yo decidí vivir en el gozo y deseo y no pienso dejar de sentir y vivir, y si duele, ya sé que pasará y no me voy a morir por ello, aunque a veces se sienta así, pero lo qué sabré, es que no me voy a quedar con lo que pudo ser y no fue, y si.. ¿y si...sí es esta vez? bueno... lo averiguaremos en su momento.
De mientras... pensaré en agradecerme por no desistir y por arriesgarme, porque podía no haberlo hecho y en vez de seguir mi corazón como lo hice, en vez de intentarlo, no me hubiese atrevido...
Me agradezco por haber luchado tan intensamente por ser amada e intentar salvar una relación, aunque no funcionó, sé que la próxima vez puedo hacerlo de nuevo, puedo volver a arriesgarme y lo haré.
Me agradezco por el esfuerzo de no haber tirado la toalla tan fácilmente, de haber luchado hasta el final, de haber buscado mil y una soluciones, resoluciones, acuerdos… soy una guerrera y nunca me eché para atrás ante ningún reto y menos los de pareja, sé que la próxima vez puedo hacerlo de nuevo, puedo volver a luchar si es necesario y lo haré.
Me agradezco por haber apostado por alguien y por un proyecto conjunto que, aunque al final no funcionó, nunca perdí la ilusión ni renuncié ante los desafíos que enfrenté, así que seguiré siendo así, una guerrera vikinga.
Me agradezco por haber sido amorosa y detallista, por haber hecho todo lo posible por amar y demostrarlo, siempre buscar hacer sentir a la otra persona importante para mi, amada, apoyada, nunca jugué con sus heridas conscientemente, ni le hice sentir abandonado, ni rechazado, ni traicionado, al revés, intenté ser y fui un pilar donde podía recostarse y descansar, podía confiar con los ojos cerrados en mí, porque nunca, nunca le fallé, y yo seguiré siendo así, porque así soy.
Me agradezco por haberme entregado por completo a alguien, porque ahora sé que puedo hacerlo y también sé que hubo un tiempo que no podía, superé ese miedo y lo hice... así que lo volveré a hacer.
Me agradezco por haber sido absolutamente incondicional, siempre leal hasta el final, defensora a muerte de alguien, con mi espada desenvainada al frente en el caso que alguien quiera dañarlo, hablar mal de él o aprovecharse de él, como escudo de acero impenetrable, completamente fiel, un pilar, una impulsora, mano a mano, hombro con hombro, un equipo de verdad, su mejor amiga, su cómplice en todo... así que, si ya lo he hecho antes, sé que lo volveré a hacer de nuevo.
Me agradezco por no dejarme sucumbir antes tentaciones, especialmente porque era más grande el respeto a la otra persona y el saber que podía hacerlo sufrir, que tonterías que adulan el ego y solo sirven para escapar en vez de hacer lo que hicimos... tener conversaciones difíciles necesarias que ayudan a aprender, a crecer, a poner límites y respetar al otro y a mí misma, realmente sirven para fortalecer una pareja y ajustar el timón de la relación, así que, si ya he tenido conversaciones difíciles antes, sé que las volveré a tener de nuevo, con amor, comprensión y compasión, para solucionar y no para atacar o despedazar a nadie.
Me agradezco por llorar cuando sentí la necesidad, por pedir amor y atención cuando sentí que ya no la tenía, porque creí que era la manera de obtenerlo, mostré mi vulnerabilidad y eso es de valientes, solo prometo no volver a pedirla, más bien conversar para hacerle saber al otro que su comportamiento no me hace sentir bien o me está dañando, buscar un equilibrio, aprender y avanzar o bien si no hay solución, si no me aman o no me valoran, esta vez sí me iré agradecida por la experiencia, y ya encontraré a alguien que de verdad me valore y me ame como yo quiero que me amen, porque el valor nos lo damos nosotros, hay personas que también lo aprecian y el amor se siente y se comparte, no se pide ni se ruega, se admira, se comparte y se valora, ya aprendí eso.
Me agradezco por saber escuchar atentamente, por atreverme a poner mi corazón en las manos de otra persona a pesar de tener miedo al principio y aunque tengo miedo ahora, sé que el miedo es un impedimento, así que lo haré de nuevo a pesar de… me arriesgaré de nuevo y confiaré en la persona que tenga a mi lado, completamente, como siempre he hecho y como yo entiendo el amor y la pareja y si al final del día me vuelven a romper el corazón, sabré que volveré a unir sus piezas de nuevo y seguiré adelante, pero no me dejaré vencer por el miedo, ni para quedarme donde no debo estar ni para no intentarlo de nuevo... elegiré mejor la próxima vez.
Me agradezco por ser yo, ser auténtica, no fingir ni comportarme como niña con estrategias pendejas, al revés, ser comunicativa, abierta y decir siempre lo que pienso cómo lo siento y actuar congruentemente, con el objetivo de mejorar la relación con mi pareja, no alejarme con el comportamiento de "no me pasa nada..." adivínalo porque deberías saberlo... nadie leemos la mente del otro, la comunicación efectiva con apertura, fluida y sincera es la base de cualquier relación.
Me agradezco por haber preparado esas cenas románticas con velitas, por haber sorprendido con viajes o un simple paseo por el bosque o comer juntos nuestro helado favorito, por comprar las cosas que a mi pareja le hacían ilusión y le gustaban, por consentirle cada vez que podía, por apapacharle, por hacer cosas que le hacía brillar sus ojos y solo eran para él, por buscar sus caprichos solo para verle sonreír, a pesar de que él no lo hiciese casi conmigo, pero lo que importa al final del día, es que lo hice con amor porque soy así, nunca lo hice con intenciones ocultas y lo volveré a hacer de esa manera, lo seguiré haciendo, porque forma parte de mi esencia.
Me agradezco y enorgullezco por el concepto de pareja que yo tengo, porque me llena, me gusta, es lo que quiero y es lo que a mi alma siempre le hizo vibrar, no me arrepiento de haberlo intentado y por eso, lo volveré a intentar.
Me agradezco porque, aunque me encogí para encajar pensando erróneamente que así iba a ser amada y valorada, como yo lo amaba y lo valoraba a él, tuve que sentir dolor para saber que no voy a encogerme nunca más. Descubrí que el amor está en mi interior, no fuera, que se comparte solo lo que tenemos dentro, nadie te lo da, más bien te hace sentir amada, que mi valor está dentro de mí, no soy valiosa porque alguien me dice que lo soy o lo decide, soy valiosa porque así soy y habrá personas que lo vean y otras no, pero eso no me hace menos valiosa, sino más especial para mi y para las personas que me aprecien.
Me agradezco por todas las sonrisas y las lágrimas, unas me hicieron más amorosa y otras más consciente, sin todas ellas, no habría decidido evolucionar, crecer y reencontrarme de nuevo.
Me agradezco por todas las noches sin dormir y por las mañanas insorteables, porque ahora ya sé cómo se sienten y sé que no las quiero, así que, si alguna vez vuelven, no las querré en mi vida y sabré que hacer, conversar para solucionar o irme aceptando que no todo el mundo es para mi ni se merece estar en mi vida, irse cuando no es ahí, no es una derrota, es un triunfo a largo plazo.
Me agradezco por todas las decepciones, porque ahora sé lo que es que te decepcionen y lo que no, pero también diferenciar entre poner las expectativas en alguien y entre verlo tal cual es y aceptarlo como es. A las personas no se les ponen expectativas, se las ve y se las acepta como son… si lo que hacen te daña, se intenta hablar, porque a veces no son conscientes de que está haciendo daño; si como son no va contigo, no intentaré forzar lo que no es, donde no es, no es y hay que aceptarlo, no tiene que ver conmigo, ni con mi valor, tiene que ver con ellos, si me quedo me daño a mi misma, si me voy me respeto, en otro lugar habrá alguien que comparta conmigo mis mismos valores y forma similar de ver la vida... no igual, similar.
Me agradezco por las discusiones que tuve, por intentar defenderme a mí misma, a mis valores y mis ideas, mis sueños, a pesar de no hacerlo siempre bien, de sentirme abrumada por la emoción y atacada, sin entender siempre la diferencia entre berrinche, apego, querer imponer y control y la diferencia entre conversar para llegar a acuerdos, para escucharnos y entender, negociar, respetar y tomar una decisión conjunta, ahora ya tengo experiencia, ya lo sé, así que lo haré mejor la próxima vez.
Me agradezco por ser hermosa de corazón, empática, cariñosa, bondadosa, compasiva, guerrera, caprichosa, loca, rebelde, luchona, hacer lo que quiero sin dañar y respetando el espacio del otro, por ser libre y querer que la otra persona fuese libre a mi lado, por no reclamar y caer en el miedo y control y buscar siempre el entendimiento conjunto, por buscar espacios para conversar, para solucionar retos complicados y dolorosos, conocernos mejor, entendernos mejor, reírnos, compartir, ser nosotros sin expectativas, solo ser auténticos y aceptarnos.
Me agradezco porque hoy puedo agradecerme, porque salí de esa visión victimista y dolorosa donde solo veía “pérdida de tiempo e inversión fallida” y hoy veo fuerza, amor y admiración porque tuve las entereza y las narices de intentarlo, de arriesgarme, de amar con todo el corazón, no solo una parte, con todo, porque también mostré mi alma, mi vulnerabilidad, mis temores y mis fortalezas, porque fui auténtica, real, sincera en mi manera de amar y lo volveré a hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario