miércoles, 1 de mayo de 2024

Carta de Amor y Despedida

Querido tu, 

Hoy quiero escribirte para despedirme de ti, agradecerte estos años juntos, agradecerte tu ternura, tu bondad, tu corazón y aunque lo intenté, de verdad lo intenté con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, no pudimos ser felices ni pudimos ser dos corazones sanos, arrastrábamos demasiadas heridas, demasiadas mochilas llenas, que nos impidieron continuar el camino juntos. Las ilusiones, los sueños, el amor se fue apagando entre dolor, lágrimas y reproches, pasamos de darnos paz a darnos dolor, sin querer dañarnos, nos hicimos daño, pero dentro de todo, me quedo con aquellos momentos donde simplemente estar a tu lado, era suficiente, simplemente estar en el mismo lugar era paz, simplemente por el hecho de existir y saber que compartía contigo algo más que miradas, paraba mi corazón.


Me costó un año darme cuenta que me había enfocado en ti, en vez de en mi, que mi vida giraba entorno a ti y no entorno a mi y tu no tienes nada que ver con eso, fueron mi mente y mis emociones quienes te hicieron necesario en vez de libre de ti para estar contigo, imprescindible en vez de a mi lado, acumulando en mi vida y arrastrando todas las heridas de estos años engullidas en nuestra relación, sin saber como manejarla y viéndola a través de los ojos equivocados llenos de juicios y creencias inefectivas.


Me costó otro año más desenamorarme de ti, olvidar aquellos momentos donde tu mirada limpia y cristalina, iluminaba mi ojos, daba aliento a mi respiración y creía que serías ese compañero de vida, ese cómplice que aunque aplaudía y entendía mis locuras, siempre tenía una mano donde si me caía, podía apoyarme. El dolor fue extremo, mis dudas, mis miedos de volver a caminar sola de nuevo, cuando creí que ya no lo volvería a estar caminando sola nunca más, que tendría esas alas de ángel a mi espalda, que sabía que si daba un paso en falso, podía caer y me iban a arropar… volver a sentir de nuevo, la ausencia de unas alas de ángel terrenal, fue difícil, muy difícil… y aunque tuve personas a mi lado que no me dejaron caer, el dolor se clavaba una y otra vez.


Pero después inició el camino más difícil, el de reencontrarme conmigo misma… el de arrancarme todas las costras que tenía, para levantar las heridas, lavarlas, dejarlas cicatrizar ahora sí y sanarlas de una vez por todas, por fin… vaciar mi mochila y elegir detenidamente qué sí me iba a acompañar y qué pensamientos inservibles debía eliminar, para no trasladar a relaciones futuras, empezando por mi relación conmigo misma, ni pasados, ni aflicciones, ni laceraciones, ni comparativos, ni juicios, ni reclamos, ni dolor que provoque que salga mi ego herido y berrichudo sintiendo la necesidad de defenderme mientras me ataca a mi con culpas ficticias mentales para controlarme o los demás con ataques que causan dolor por no aceptar el mío... fue extremadamente y casi caer al borde de la locura, mirarme al espejo y darme cuenta de la poca autoestima que tenía en ese momento, sin encontrar mi amor por mi misma, del poco valor que me daba y poco a poco eliminando aquellas personas en mi mente que las hice villanas para poder ser víctima, que es más cómodo y más fácil, ¿En que momento pasó?… tuve que congraciarme con mi niña interior, escucharla, apapacharla, abrazarla y decirle que todo iba a estar bien y que volviese a reír y jugar, que a los adultos nos dejase la responsabilidad de luchar. Mirarme en el espejo y ver como me escondí dentro de mi propio cuerpo para no sentir, para no lidiar con el dolor, dejando que la vergüenza invadiese mi mente y mi corazón sin razón, así que tuve que reconstruirme a mi misma, recuperar aquella Laura que se escondió y que brilla sola y eliminar aquellas creencias que se habían implantado en mi cerebro y no me dejaban ser yo misma, libre, salvaje, segura, guerrera, apasionada, comiéndose el mundo, revolucionándolo y alborotándolo también… es mi esencia… y esa es la que siempre fui, solo que en algún momento, me olvidé de mi, probablemente porque no me gustaba la persona en que me convertí. No todo fue dolor y lágrimas, porque también recordé quien soy, lo que me merezco, que es todo en esta vida, y lo valiosa que soy, tuve que sumergirme en mi sombra, abrazarla e integrarla, para poder ver e identificar mi luz, la cual brillaba más que nunca, por eso las estrellas solo se ven en la oscuridad...


Han sido 6 meses difíciles, muy difíciles, engullida en el transitar camino del héroe, pero gracias a ellos, me di cuenta que estaba en una fase crisálida necesaria, para por fin poder hoy abrir mi alas, dejando atrás 22 años que no quiero volver a repetir, de amores apasionados, dolorosos pero necesarios para llegar al más importante, el amor propio, pues sin él, no me interesa nadie más… y con mi próximo compañero de viaje, así sea, que primero se ame así mismo y luego me ame a mi, no podemos compartir lo que no tenemos dentro...  que quiera compartir su vida, no supeditarla a mi, que esté porque quiere estar, no porque no pueda estar solo, que no me reclame, se comunique, que no me genere más heridas, en todo caso nos ayudemos a sanar las que queden porque maduramos, que evolucione conmigo, que no crea que porque mi punto de vista es diferente, estoy peleando, que nos sintamos cómodos siendo quienes somos, sin fachadas, sin aparentar, sin buscar aprobación emocional para alimentar falsamente nuestra autoestima, pero eso sí con la empatía para no buscar destruirla, sin necesidad de cambiar para encajar, más bien con la humildad de aprender y evolucionar juntos, a una mejor versión de nosotros mismos, en una relación con equilibrio, balance, que brille con luz propia y me deje aplaudírsela y no crea que el brillo individual opaca al del otro y se sienta afectado, al contrario, que haga que brille con más fuerza, una relación que no esté basada en obligaciones, sino en acuerdos, con respeto, valores y poniendo límites claros, acuerdos en conjunto, porque si desde el principio las cosas son claras, así como lo que cada uno quiere y espera sin esperar del otro y están de acuerdo, la única razón por la que una relación se perturba, es porque alguno de los dos, rompió el acuerdo, así que nos lleva al punto de inflexión, una relación basada en la confianza, un cómplice con quien podamos sentarnos a contar parte de tu vida sin desnudar el cuerpo y desnudar el alma, con quien no tener secretos sobre mis sentimientos, que llegue la noche y bese nos besemos a veces con dulzura y otras apasionadamente, nos saquemos los miedos y nos incluyamos en nuestro presente, porque el futuro no existe y estaremos juntos siempre y cuando tengamos una relación sana, sin hacernos daño no dejar que nuestro ego herido, dicte nuestras acciones. Un cómplice que entienda que la lealtad es el arte de apoyarse y defenderse a muerte, aunque en privado me ayude a ver mis errores y a cambiar mi perspectiva de observador para ver las cosas desde mi punto ciego, alguien donde a pesar de las diferencias, sea un remanso de paz donde descansar del mundo exterior, acurrucarse y respirar lento… dos personas que se aman a sí mismas, solo así seremos capaces de amar y recibir amor de forma sana, construyendo relaciones de valor basadas en la empatía, acuerdos, comunicación y ese amor evolucionado, real, que aunque lleno de antónimos, porque así es el amor, explicable e inexplicable, se vuelve tan apasionado como relajado, pero sobre todo lo que nos hace sentir finalmente paz interior y paz mental, porque a pesar de las discusiones y diferencias, no existe el querer controlar al otro con chantajes ni dramas, sino poniendo encima de la mesa el corazón para entender al otro y entender si dolor o su alegría, solo para poder decir, te escucho, estoy aquí, incluso cuando no te entiendo, no estoy de acuerdo porque de eso se trata de no hacer daño con las palabras, de sentir que aunque los sentimientos y emociones puedan teñirse de negro o de rosa ilusorio, son reales, reconocerlos implica empatizar, una de las características básicas del ser humano para tener relaciones sanas, un cómplice donde apoyarse cuando mis piernas tiemblan y necesite un abrazo en silencio, haciéndonos saber, que pase lo que pase, está ahí, porque un abrazo muchas veces vale más que mil palabras, alguien que te elige todos los días, sabiendo que contigo nada será fácil, pero te acepta, te quiere y decide estar día tras día.

Alguien con quien reír, que me haga sonreír no busque derramar mis lágrimas y si algún día así lo hace, respete que a veces salgan, se siente con apertura a secármelas y hablemos consciente y maduramente de la realidad y no sobre la imaginación de las cosas, aclare malos entendidos desde el amor, no desde el ataque, que sepa que a veces esos cuentos que nos contamos, pueden interferir, pero en equipo, la comunicación efectiva se encargará de disiparlos, porque las promesas y cumplirlas, son la base de la emocionalidad sana de una relación.

Que sea libre, que disfrute su tiempo sin mi, porque quiero que el tiempo que decida compartir conmigo, lo haga porque así lo quiere, sin apegos, sin necesidad, solo porque así se lo dicta el corazón, un hombre reciclado, consciente que se ha priorizado para atreverse a caminar y a volar junto a mi, una mujer que se ha reinventado, que ha resurgido de sus cenizas y merezco contar con la complicidad de un hombre que ha trascendido sus heridas y ha roto sus patrones, que no tema a la opinión de la gente porque merece compartir su tiempo con una mujer que ya no tiene miedo a ser señalada con el dedo, que no se conforma, que lucha por lo que quiere y que no tiene miedo a los cambios, un hombre que viva en el presente y cuida su mente, merece ser abrazado por una mujer que es consciente, canta, baila y brinca descalza por la vida, porque de eso se trata de sentir la interdependencia del Universo que nos rodea, donde somos fractales y reflejos, donde la libertad de sentir, amar y evolucionar motive esa conexión indescriptible con palabras, un verdadero Dream Team.


Porque yo misma daré lo mismo que pido a cambio, ni más ni menos, al revés, equilibrio, balance, madurez, pasión por la vida y ya nos encargaremos del cómo, ahora solo me interesa el para qué, así llegar al qué, porque el cómo será parte del arte de llegar a acuerdos, de vivir la relación y de ir ajustando la brújula a cada paso avanzado, bajo la inesperada vida que tengo por delante.

Con cariño y mucho amor a mi misma,

Yo


jueves, 22 de febrero de 2024

A pesar de ...

Probablemente con nuestro victimismo y comparativo constante con los demás, no nos damos cuenta de lo valientes que somos, pero tendemos a minimizar nuestras hazañas pensando que al ser “pequeñas” no son suficiente y yo se mucho de eso… porque en algún momento me sentí pequeña y sucumbí al juego de la mente donde lo ajeno es mejor… 

Tendemos a comparar lo bueno de los demás, los talentos, las habilidades, los éxitos con nuestros fracasos, falta de habilidad, malo que creemos que tenemos… y cómo no perder si siempre juego con desventaja… mis juicios negativos y victimismos sobre mí misma… y la culpa, mi mente… mis creencias… mi actitud victimista con el objetivo de darme pena a mi misma y justificar mi pobre desempeño o derrota como vil cruel de vil… 


Afortunadamente ya superé esa etapa, y aunque a veces la mente inconsciente llega parca a intentar volver a sus costumbre pasadas, la mente consciente le pone la zancadilla para así no caer en pensamientos negativos y volver a la infancia con berrinches injustificados por el ego, que se enfada porque no salen las cosas exactamente como yo quiero que salgan… una de nuestras ilusiones, creer que ponemos controlar momentos, situaciones y personas…


Bueno… prueba superada, abracé mi sombra, la integré, la comprendí y puede dejarla ir a través de nuevos aprendizajes, empatía, conocimiento y mucho amor propio, porque yo era digna y merecía más.


Estuve años luchando entre el amor propio y el desamor propio, como vil partido de Wimblendon siempre en empate y con duración infinita. Al final del día acabamos agotados y a veces el marcador favorecía a uno y en ocasiones al otro. 


Cuando cambié mi observador y empecé a ver las cosas con otros ojos, me di cuenta del desgaste de energía que tenía diariamente por esta viendo ese partido aburrido, continuo y sin ganadores, pero lo que es seguro que yo era la perdedora principal, pensado que era el juez de silla… una mera espectadora… y resultó que era ambos jugadores, por lo que estaba viviendo una dualidad imprecisa y peleando conmigo misma… una parte de mi, atacaba y se defendía para preservar su esencia y la otra parte de mi, atacaba y se defendía para que fuese engullida por la sombra, el ego y el victimismo, arrastrada al lado oscuro de la mente y las emociones. 


Encontré una antigua leyenda Cherokee:




Un sabio anciano perteneciente a la tribu de los Cherokees, le contó este cuento a uno de sus nietos, para que entendiese un poco más sobre sus emociones. Al Cherokee le gustaba contar historias con el objetivo de hacer reflexionar a su nieto y, de esta forma despertar su conciencia. Cuenta la leyenda que el abuelo cada día  al atardecer encendía una gran hoguera y, acto seguido llamaba a su nieto para conversar.


El niño se acerco como cada día a la hoguera. Como era de costumbre, su abuelo le estaba esperando….


Su nieto noto que su abuelo parecía nervioso, estaba inquieto. El pequeño con una voz titubeante le pregunto a su querido abuelo:


– Abuelo, ¿qué te pasa? ¿ Te encuentras bien? ¿Pareces enfadado?


Y él contestó:

–Algo dentro de mi esta sucediendo,  Siento como si dos lobos estuvieran peleando dentro de mí, en mi corazón.

Uno de ellos es negro, es un lobo violento, lleno de rabia, vengativo, malo, lleno de envidia. 

El otro lobo es blanco, el es noble,  bueno, compasivo, generoso, está repleto de cariño y de amor.


Su nieto parecía no entender, le miraba fijamente, hasta que de repente y después de un largo silencio, le pregunto:

– Abuelo, ¿ y quién ganará la pelea?


Y el abuelo contestó:

– Aquel a quien yo alimente.


–Abuelo, no entiendo, ¿como pueden convivir los dos lobos en nuestro interior? 


El abuelo miro fijamente a su nieto, acto seguido le respondió: 


-En mi corazón, en el tuyo y en el de todos los seres humanos, viven dos lobos, uno es blanco y el otro es negro.

El blanco es amoroso, bueno y gentil, solo combate cuando tiene que cuidar a los demás o a él mismo. 

El negro es violento y ante cualquier eventualidad desata su ira y enojo, pelea sin razón, está lleno de ira y odio, solo causa problemas.


Ambos son importantes, hay que alimentarlos en su justa medida,  porque si solo me dedico a alimentar al lobo blanco, el negro se esconderá y lo atacará cuando me descuide. «Hemos de cuidar de los dos» si le presto atención solo al lobo malo, será más fuerte y usará su energía negativa cuando lo crea conveniente. Por ello, ambos lobos deben convivir en armonía y equilibrio.


Precioso cuento para entender mi luz y mi sombra, como Carl Jung le llama… que es diferente al Ego… 



No es fácil lidiar con ambos, que están dentro de nosotros y mantener nuestra luz, a pesar de… es un reto, uno de los mayores que vamos a encontrar en nuestra vida… 


A pesar de es una locución, un conector gramatical que me encanta y que me ha mantenido firme en muchas ocasiones… porque a pesar de… yo sigo siendo quien soy, a pesar de… saldré adelante, a pesar de… lo voy a lograr, a pesar de… yo sé quien soy… a pesar de… así soy, me gusta, quiero y no voy a dejar que experiencias negativas afecten a mis decisiones si estoy convencida, a pesar de… sigo en la lucha, a pesar de… no pienso rendirme… 


Os recomiendo escribir muchos a pesar de, porque son motivacionales, nos inyectan energía, nos inyectan amor propio y nos ayudan a ver lo que realmente somos y queremos.


Yo lo hice hace poco y me di cuenta que muchos a pesar de, eran mentales y pequeños, no eran obstáculos tan grandes como yo creía y los que eran grandes… se volvía posibles, nuestros pensamientos crean nuestra realidad, y qué son pensamientos sino conversaciones con nosotros mismos a partir de nuestra creencias implantadas en nuestro subconsciente…


Heráclito y especialmente Platón con su alegoría de la Caverna, tendrían mucho que decir al respecto, en varios post he hablado al respecto como en el de Realidad interpretativa, pero tras estos años en silencio, evolucioné más allá de la mente y comprendí que la respuesta estaba en una frase de Gandhi “Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo”… correcto, para ver las cosas diferentes necesitamos evolucionar y para ello, necesitamos trabajar los 4 mundos y alinearlos, pero de eso hablaré otro día…


De mientras el primer paso es mirar hacia dentro, antes de mirar hacia a fuera… porque haciendo honor al concepto de la Mayéutica de Sócrates… las ideas y las respuestas están dentro de nosotros, aunque como el parto… es doloroso enfrentar verdades, aunque al final la alegría y la satisfacción merezca la pena. 





jueves, 15 de febrero de 2024

Química o Alquimia

La escribí hace unas semanas... pero la comparto

Leyendo sobre Espiritualidad, Consciencia y Amor Propio me fue llevando el camino a diferentes lecturas interconectadas sobre los tipos de Amor, autores y culturas y cómo se relacionan. 

Empecé a reflexionar en los distintos conceptos y a integrarlo en mi vida para cada uno de ellos (ejercicio de introspección, porque si solo leemos, no sirve de nada)... y con una mirada atrás, como Steve Jobs decía... conectando los puntos, entendemos el ayer, el hoy y así construir el mañana... todo cobra sentido, entendemos y sabemos lo que no, porqué no, cómo no y qué nunca más... 


Del Amor Propio al Amor en Pareja


Los Griegos valoraban el Amor Agape, amor incondicional, desinteresado que se basa en el bienestar del otro. No hay celos ni se busca la reciprocidad. Se combina con el amor romántico (Eros) con el amistoso y el leal… es el amor consciente. Ellos creían que el amor sólido y duradero era el que se desarrollaba a partir de Agape, con complicidad, amistad y éste iba incorporando a Eros, los que iniciaban con Eros necesitaban desarrollar Agape y no todos lo lograban… tiene sentido pero leyendo a Sternberg y a Riso, me gusta más su concepción consciente.


Walter Riso siempre dice que para tener un balance y no desarrollar una relación, que tarde o temprano se torna en sufrimiento, necesitamos 3 tipos de amor, de los 8 que contemplan los griegos … Agape, Eros y Philia… 

Eros es la pasión, el deseo, lo carnal; 

Agape es la ternura, el amor incondicional, el balance, el equilibrio, el deseo de dar, recibir y compartir, implica intimidad, compromiso, fidelidad, decisión de estar con alguien;

Philia es la amistad de pareja, la complicidad, la diversión, el entendimiento, la lealtad…



Dicen que si falta uno de ellos, sufrimos y no logramos construir una relación autónoma, libre, equilibrada en independiente, sin pensar que la otra persona existe para cubrir mis expectativas ni tu las de la otra persona, más bien fluir y vivir, compartir, ser cómplices, no complacer al otro faltándonos al respeto, ni quebrantando nuestros valores, porque entonces significa que nuestra baja autoestima va a boicotear esa relación y acabaremos supeditándonos a deseos ajenos y a su manipulación o bien a ruegos, exigencias o chantajes emocionales, no a retos, desafíos, a soluciones conjuntas, incondicionalidad, lealtad… cuando el amor duelo, algo estamos haciendo mal… ya que el amor es innato, es natural, nosotros somos quienes lo adornamos o lo descuidamos porque le agregamos el ego y el ego siempre se siente atacado o a la defensiva o crea berrinches, antojos y la única manera que tiene de conseguir lo que quiere es mediante el chantaje y la manipulación… porque busca el control.



 
El amor es libertad, es volar libre cuando alguien te acompaña y vuela contigo o junto a ti, es consciencia, es valor, es descubrir lo divino en uno mismo, sin juicios hacia mi ni hacia la otra persona, porque en ese momento añadimos lo que “debería ser” sobre el querer ser y se suman las expectativas… 


Y así seguí leyendo y reflexionando y me encontré esta historia… ¿QUÍMICA O ALQUIMIA...?





"Le preguntaron al Maestro cuál era la diferencia entre la química y la alquimia en las relaciones de pareja y contestó estas hermosas y sabias palabras:


- Las personas que buscan "Química" son científicos del amor, es decir, están acostumbrados a la acción y a la reacción.

Las personas que encuentran la "Alquimia" son artistas del amor, crean constantemente nuevas formas de amar.


Los Químicos aman por necesidad.

Los Alquimistas por elección.

La Química muere con el tiempo,

La Alquimia nace a través del tiempo...

La Química ama el envase.

La Alquimia disfruta del contenido.

La Química sucede.

La Alquimia se construye.


Todos buscan Química, solo algunos encuentran la Alquimia.

La Química atrae y distrae a machistas y a feministas.

La Alquimia integra el principio masculino y femenino, por eso se transforma en una relación de individuos libres y con alas propias, y no en una atracción que está sujeta a los caprichos del ego.

En conclusión, dijo el Maestro mirando a sus alumnos:

La Alquimia reúne lo que la Química separa.

La Alquimia es el matrimonio real, la Química el divorcio que vemos todos los días en la mayoría de las parejas.

"Comencemos a construir relaciones conscientes, pues la química siempre nos hará envejecer el cuerpo, mientras la alquimia siempre nos acariciará desde adentro”



Fritz Perls
, escribió: 

Yo soy Yo.

Tú eres Tú.

Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas.

Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.

Falto de amor a Mí mismo

cuando en el intento de complacerte me traiciono.

Falto de amor a Ti

cuando intento que seas como yo quiero

en vez de aceptarte como realmente eres. 

Tú eres Tú y Yo soy Yo…


Ese el el punto… el amor es incondicional, respeto, aceptar mis sombras y sus sombras, no querer cambiar a nadie ni cambiar yo, es ser uno mismo, no es lo mismo llegar a acuerdos donde ambos estén cómodos y cumplirlos que cambiar para agradar y así lo quiera o me quieran, eso es ego y control, no amor… quizás el acuerdo de relación de Sheldon y Amy, no sea tan mala idea… jejejeje.


Algunos dicen que a través de la alquimia del amor es posible transformar las dificultades en oportunidades, las distancias en abrazos, las lágrimas en sonrisas… pero para mi la diferencia principal entre uno y otro, es que la química solo te quita la ropa, la alquimia te desnuda el alma y esa siempre se lleva puesta… con ropa o sin ropa.